martes, 29 de abril de 2008

postheadericon Premio Micro-Relato

¡He ganado un concurso de micro-relatos! ¡juas!

-¡QUE CAMINE POR LA TABLA!

Una fuerza descontrolada la movía, tiraba de su brazo como si quisiera arrancárselo del cuerpo. Arrastrándola y abriéndole paso entre una marea de pieles morenas cubiertas de sudor y cicatrices, entre un estruendo de voces y risotadas graves y vacías. Y de repente el silencio y un fuerte olor a salitre que traía el frío viento.Ataron con fuerza sus manos a su espalda con una cuerda húmeda y áspera que arañaba su piel y su ánimo. Porque aunque todos morimos, pocos son los que enfrentan sanos, limpios y cuerdos la certeza de su último viaje.

Puede que a algunos os resulte familiar el relato, el texto es de una de mis primeras entradas.
En realidad, primero pensé en presentar otra entrada (En Ruta), por un motivo obvio al ser el tema de los relatos "Viajes", pero casi nadie la entendió en su momento. Recuerdo que Una De Piratas gustó en general, aunque la verdad es que a mi siempre me ha parecido bastante pobre, sobre todo en comparación con la escena mental que imagino.
Poder transmitir el espíritu, el olor, el movimiento, el color y hasta el sabor de una imagen con palabras es algo que no mucha gente puede hacer, yo desde luego no soy de ese grupo de privilegiados. Creo que no está en mi naturaleza. La verdad es que no aspiro a despertar admiración, ni tampoco he albergado nunca ese ánimo, mi prosa es (demasiado) limitada y mediocre.

Esa falta de ánimo, es la delgada línea roja que separa a Ginger del Salieri de Milos Forman.


Y ya que nos estamos sincerando os diré que me gusta mucho mi categoría de "Pequeñas Ficciones" y que, de tollas ellas, mi favorita es ésta.


domingo, 27 de abril de 2008

postheadericon La Familia Savages


En la familia Savages no pasa nada. La familia Savages ni siquiera es una familia. Son tres individuos mal encajados entre sí.

Lo que me gusta es, quizá (y precisamente), que no es un film narrativo sino estático. Es casi una obra pictórica. La "lentitud" y "pesadez" obedecen a la escrupulosidad un retrato detallista y minucioso en el que sólo se descubre lo estrictamente necesario sobre la historia de los personajes: un mal padre, unos hijos con una infancia dura y una madurez que defrauda. No hacen falta detalles.
El resto es un precioso cuadro de sensibilidades. Un retrato maravilloso de unos hermanos que se dividen entre el el deber y el querer, entre el rencor y la compasión, la envidia y el amor. De un hombre que no tiene quien llore su muerte.
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Una película dura e intimista, de las que cuesta encontrar y hacer (bien). En este caso se consigue. Una de esas en las que te sorprendes cuando ves a otra persona entrar a la sala (en la mayoría de ocasiones cuando eso ocurre, la proyección suele estar acompañada de un profundo y -al menos- sincero ronquido).
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La Familia Savages no iba a ser menos. Ronquidos constantes como el aleteo de un colibrí, y una respiraciones profundas y pausadas de personas a las que ni siquiera vi entrar. Es posible que ya estuvieran durmiendo allí desde The Queen.
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Sobra, eso sí, el cortapega del final.
martes, 1 de abril de 2008

postheadericon Ella era


Él le había dicho una vez que ella era prosaica.

Pero nunca se le dió bien la prosa.

Ella era más bien de verso, enrevesado y antinatural.
Ella era como el verso.
O Tal vez fuese el verso como ella.
Pero en realidad ambos eran una misma cosa.

Y ninguno de ellos encerraba nada suyo en sí.

El uno a través de la tinta
la otra a través del cincel,
ambos comparecían ante el mismo sentido

El verso arrebatador y tierno.
Ella... ella.

Ella era en realidad, cualquier cosa menos eso.