Ah Oui!

¡Qué emoción! ¡Arwen me ha pasado el testigo en un meme literario.

Mi misión consiste básicamente en reproducir las cinco primeras oraciones del segundo párrafo de la página 139 del libro que esté leyendo y pasar el testigo a ¿tres personas?

Desde Semana Santa no he podido leer mucho porque mi capacidad organizativa es nula y por lo tanto nunca tengo tiempo de nada. Pero aún así no he claudicado (simplemente he disminuido mi modesto ritmo de lectura a un estado de hibernación). Me gustaría reproducir especialmente un fragmento de Las Uvas De La Ira, que es de lejos la mejor obra que jamás he leído. La cartarsis. Pero no la tengo en la residencia. En cualquier caso, probablemente no pueda resistirme a publicar una entrada con posterioridad, y en principio no quiero reprimir esta intención.

Por ahora pues, Ensayo Sobre La Ceguera, de Saramago:

Como si durante todo este tiempo hubiera estado esperando la consigna, el ábrete sésamo, se oyó por fin el altavoz, Atención, atención, los internos tienen autorización para venir a recoger la comida, pero cuidado, si alguien se aproxima demasiado a la reja del portón, recibirá un primer aviso verbal, en caso de no volver inmediatamente atrás, el segundo aviso será una bala.
Los ciegos avanzaron con lentitud, algunos más confiados, directamente hacia donde creían que estaría la puerta, los otros, menos seguros de sus incipientes capacidades de orientación, preferían ir deslizándose a lo largo de la pared, así no habría error posible, cuando llegasen a la esquina sólo tenían que seguir la pared en ángulo recto, allí estaría la puerta. Imperativo, impaciente, el altavoz repitió la llamada. El cambio de tono, notorio incluso para quien no tuviera motivos de desconfianza, asustó a los ciegos. Uno de ellos decalró, Yo no salgo de aquí, lo que quieren es reunirnos fuera para matarnos a todos, Yo tampoco salgo, dijo otro, Ni yo, reforzó un tercero.

Y paso el testigo a Ángel, Mahn y Taun.

"Hace tiempo que no escribes...", "tienes el blog abandonado...", "cuándo vas a hacer una nueva entrada", "¿pero por qué ya no escribes?"

Todas estas preguntas y muchas encontrarán respuesta próximamente en su monitor, no deje de leer. En realidad se trata de algo que Ginger ya había previsto en su calendario, lo que ocurre es que ha habido un retraso:


El compromiso del 16 de mayo (minicrisis de identidad), pasa al 24 de mayo y se extiende durante todo el fin de semana.
El cambio de la fecha inicial se debió a una incompatibilidad de agendas y no a un alejamiento como se había venido especulando.
El encuentro ha sido fructífero y las intensas negociaciones han concluido en acuerdos que consideramos beneficiosos para ambas partes. La relación entre Miyo Interior y Miyo Real han resultado fortalecidas de esta entrevista.
En lo relativo a la improvisada prolongación de la entrevista se ha insinuado que podría tratarse de causas sentimentales, a este respecto aclaramos que el motivo verdadero no ha sido otro que la lentitud de ciertos trámites burocráticos imprescindibles. La relación entre Miyo Interior y Miyo Real es cordial y de sincero afecto, pero en ningún momento ha trascendido de la mera amistad fruto de la profesionalidad y cooperación entre ambos.

Saludos cordiales.


Principalmente en la reunión se ha tratado sobre la crisis de Futuro Próximo al avecinarse el fin del Tratado Universitario de 2003, que agota su vigencia en julio del presente año. Los líderes han discutido cómo hacer frente a la nueva situación, y ya han comenzado las negociaciones de un nuevo Tratado Postgrado cuyos detalles no han sido revelados aún.

Sin embargo al parecer el ambiente distendido de las reuniones ha acabado en cena en repetidas ocasiones a lo largo del fin de semana.

Sólo nos queda desear a la parejita, por el bien de la salud mental de Ginger que "las negociaciones" sigan siendo tan próximas y fluidas como de costumbre y que el nuevo Tratado Postgrado continue siendo un objetivo común.

Tanto había escuchado sobre el abismo que su curiosidad despertó.

Con tan mala suerte que olvidó su incapacidad para desandar lo andado y empezó a caminar. Y ya nunca pudo regresar del solitario borde.

Finalmente logro comprenderlo. Ha sido como una bofetada. Ánimo resentido, moral turbada y el desconcierto de comprender lo fatal. Estupefacción, sorpresa, frustración, desasosiego. El ultraje de la industria.
No clamo ya por la magia, ni la belleza perdidas. No se trata ya simplemente de un sabotaje a argumentos, planos, iluminación, fotografía, diálogos, técnica interpretativa o ejecución escénica; esto va más allá. No es simplemente una humillación pública y descarada del cine. Es la infamia. La vejación de los maestros, ¡de la propia la industria! Hasta ahí hemos llegado.

¡Pobres magnates de la gran pantalla!, subvencionando su propia vejación, su escarnio despiadado en las mismas salas que antaño se subyugasen ante sus obras. Ante los hijos de aquellos a quienes estremecieron en otro tiempo, aquellos que subordinaron el ritmo de sus corazones a la vida de un protagonista y a veces, a algún que otro secundario. No hay peor compañero de viaje dicen, que una vieja gloria en la maleta.

El arte convertido en Arte. Finalmente, Spiderman 3, el Arte como vomitorio (más aún, como vómito).

Abro los ojos. Las sombras borrosas comienzan a perfilarse delimitando figuras en mi mente. Estoy en mi habitación. No sé cómo he llegado aquí.

Lo último que recuerdo es que anoche me acosté tarde.

Últimos minutos en la cuenta atrás. Antes de cumplir los 22 y madurar de forma irremediable hay algunas cosas que me gustaría decir:

¡Piruleta, almohada, bici, chicle, piragua, pinball, smacks!

Dicho lo cual, sólo me queda seguir creciendo. No más duros de la muerte, no más disfraces reciclados, no más manchas de chocolate. Los 22 son a la madurez lo que el agua es a una aspirina efervescente.

(Aún falta una hora y ya comienzo a notar algunos efectos: madura resignación)

Me visto, me calzo y salgo a la calle. Camino bajo el sol (¡madre, qué calor!) planeando mi próxima fechoría: el cuerpo me pide un bis.
Derepente, un olor dulce que no te deja respirar, las chuches se están achicharrando. De nuevo he vuelto al chino.
Cojo exactamente lo mismo del otro día.

-Tiles cincuenta.
-¿Cómo?
-Tiles cincuenta.
-¿QUÉ? (no he debido entenderlo bien)
-Tles cincuenta.

Salgo y me aseguro de que es el mismo establecimiento de la otra vez. Lo es.
Entro y me aseguro de que es el mismo individuo de la otra vez. Lo es.

¿Qué le ocurre? ¡descarado! ¿somos para los chinos todas las occidentales iguales o les trae al fresco engañarnos sin ningún disimulo? ¿acaso les pasa a los precios de los chinos lo mismo que a sus caras y se hinchan con el calor?

(Si el precio real de lo que compro es este y no el del otro día exijo que este despilfarrador me cobre los veinte céntimos que adeudo).

Todos los augurios lo pronosticaban. Finalmente ayer nos graduamos, I Promoción. Nervios a flor de piel, algunas lágrimas y también (por qué mentir), llanto descontrolado en algún que otro momento. Alegría general y zapatos de tacón, besos, abrazos, Gaudeamus, elegantes trajes de chaqueta y discursos. No pudimos controlar nuestra sonrisa en toda la noche.

Mejores momentos:

• El ensayo previo: ambiente más relajado y distendido, aunque era inminente aún lo tomábamos a risa.
• El discurso de Carlos: no tengo palabras. El momento más emotivo y brillante que recuerdo en mucho tiempo.
• La espera antes de la cena. Cuando la gente ya se había marchado de la Universidad, y quedábamos sólo unos pocos.
• Descubrir que quieres a alguien más de lo que crees. Especiales sorpresas: Clara, Leo, Vanessa, Roberto, Ángel Soria, Miriam, Juana, Sandra, Fernando y, especialmente Carlos.

Estoy un poco ausente, ¡pero es que mañana me gradúo! ¡juas!

***(AVISO: Este relato puede herir la sensibilidad de los propietarios y simpatizantes de grandes cadenas de supermercados)***

Ayer me dije "¡haz una locura Ginger! ¡haz algo descabellado! ¡disfruta del riesgo! ¡aproxímate al límite!". Y no sólo me lo dije, además me convencí.
Por unos minutos (de enajenación mental transitoria) sentí como la fuerza del lado oscuro manejaba las conexiones de mi mente. Me transformé. Toda yo era una transgresora.

Pronto (las maldades no se hacen esperar), mi maquiavélica mente trazó un plan. Uno de esos planes en los que nada puede fallar, únicamente al alcance de las mentes que ocupan los primeros puestos de la lista de los más buscados por la INTERPOL.
No sólo me iba a acercar al límite, esta vez iría aún más lejos.

Yo (sola) diseñé el plan y yo (sola) lo ejecuté. Fui a un chino y compré unos zumos y un par de ChupaChups. Lo sé, pero lo hice. Y además pedí expresamente que fuesen de naranja y no acepté los de fresa y nata que el chino me ofrecía:

-No -le dije- los quiero de naranja. No hagas preguntas.

De repente todas las letras encajaron en la mente del chino "n-a-r-a-n-j-a", su mirada se transformó por el pánico cuando comprendió lo que estaba pasando y su semblante se oscureció. Estaba tenso pero obedeció.

-Tiles tileinta -dijo
-¿Qué?
-Tiles tileinta
-¿¿QUÉ??
-Tles tleinta
-¡Aaaah...!

(¡Pobre! No le salía ni la voz del miedo...)

El desarrollo ha sido el siguiente: Primero nos ha presentado un libro escrito por un Obispo que viajó a las América y que acusa a los conquistadores españoles de un comportamiento anticristiano con los nativos, "Brevísima relación de la destrucción de las Indias" es el título y este es uno de los estractos que hemos visto (yo, como estudio Derecho, pues estoy acostumbrada a este tipo de cosas -como los médicos a la sangre-, pero vosotros no tenéis por qué leerlo):

"Entraban los españoles en los poblados y no dejaban niños ni viejos ni mujeres preñadas que no desbarrigaran e hicieran pedazos. Hacían apuestas sobre quién de una cuchillada abría a un indio por medio o le cortaban la cabeza de un tajo. Arrancaban a las criaturas del pecho de sus madres y las lanzaban contra las piedras. A los hombres les cortaban las manos. A otros los amarraban con paja seca y los quemaban vivos. Y les clavaban una estaca en la boca para que no se oyeran los gritos. Para mantener a los perros amaestrados en matar traían muchos indios en cadenas y los mordían y destrozaban y tenían carnicería pública de carne humana.
Yo soy testigo de todo esto y de otras maneras de crueldad nunca vistas".

A continuación los motivos en defensa de la madre patria que ha esgrimido a capa y espada D. Generoso (reproducciones literales):

• La verdad es que el libro nos hizo pupa. Y como era así, pequeño y manejable pues ya ves, las imprentas trabajando a to peo y venga libros, venga libros. ¡Y el libro era un chollo en manos de nuestros enemigos!
• La credibilidad no puede ser muy alta, porque la situación es bastante imparcial y esto es porque el libro lo escribió un Obispo mimado de los Reyes, y claro los Reyes no dejaban que nadie replicara al Obispo, mandaban callar y los otros pues no se podían defender.
• Pero en todo el libro no aparecen datos, no aparecen nombres de personas, ni de lugares y esto es bastante sospechoso.
• Además en España había arte, fué una época de artistas de renombre internacional. Y el arte necesita de cierto ambiente de libertad para prosperar porque los artistas se frustran muy pronto. ¿Vosotros qué pensáis? ¿que en China hay arte? Siempre el realismo ese tan feo que estamos ya hartos de ver y que no vale pa ná ¡que eso es feo! ¡que no vale pa ná!

Y el final apoteósico:

• Esto es una exageración porque vamos, en América no había tantos indios para matar.

El clip de MicrosoftWord me dice adiós mientras cierro el programa. Normalmente me alegra perderle de vista. Si tengo suerte, se dedica a dormir la siesta mientras YO hago todo el trabajo. En el caso contrario, interrumpe constantemente con sugerencias absurdas. Por algún motivo que desconozco siempre piensa que escribo cartas (seguramente no sabe que soy una antisocial).

La verdad es que el pequeño clip virtual de Word me irrita. Tiene cierta mirada de arrogancia y una pose de sobrado que me desquicia, no soporto que vaya de perdonavidas conmigo. No me extraña que este arrogante no tenga amigos. ¡Un clip estirado, el colmo de lo inútil!

Aunque esta noche me ha dado pena verle despedirse. Parecía que no quería que me fuera. Puede que finalmente haya conseguido enternecer el corazoncito que se esconde tras la gélida apariencia de su pequeño cuerpo metálico. Ha sentido compasión de los trabajos ridículos que últimamente hago.

O puede que tenga más sueño del que creo.

¿Qué es esto? ¿qué es esto? ¡Dios mío, tenemos banda sonora!
Resulta que lo que empezó por puro aburrimiento va siendo otra cosa. Resulta que escribir aquí está pasando de ser un experimento a ser un hábito. Y resulta que ahora me estoy dando cuenta de que este blog es mío. Así que he hecho algunos cambios para que se note un poco:

1. La cabecera es nueva ¡juas! furiosa actualidad recién llegada desde Japón.
2. Y bueno, la novedad más importante, la banda sonora, con canciones que hacen juego con el título del blog.
   Actualizaré las canciones una vez por semana y calculo que de aquí a verano tendré una pequeña lista con canciones para la playa :^)

Cruzó el patio y pensó que la noche no habría podido ser más propicia, no había luz en ninguna parte. La oscura bóveda era como un techo firme y duro que no consentía fulgor alguno.
No derramó indicios delatores, ni encontró a nadie en su camino. Llegó veloz y esperó oculta.
Después le vio. Él se acercó resuelto y se sentó a su lado, y de no haber sido porque periódicas miradas suyas escalaban furtivamente las murallas ella habría pensado que él no estaba inquieto.
Hablaron apenas unos minutos. Hablaron sobre el siguiente paso a dar, sobre las últimas noticias de Austria.
Y después de esto no dijeron nada más.
Y como la noche era tan oscura, ni siquiera pudieron verse las caras.
¡Qué inconveniente resultó la oscuridad de la última noche!

Hay dos cosas que me sacan especialmente de quicio: la estupidez y una mala mentira.

La primera me agota. Es incomprensible (nunca puedes saber lo que un verdadero idiota está pensando).

Y la mentira me desagrada no porque falte a la verdad, los buenos mentirosos son dignos de admiración. Lo que me molesta son las malas mentiras, porque a parte de lo de que "traicionan tu confianza y blah, blah, blah..." que piensen que te las vas a creer es un insulto.

¡Si me van a mentir exijo un buen engaño!

Cuantos más canales de televisión hay menos conecto el aparato.

Es una pena, porque el invento en sí está bien. Resulta chocante ¿verdad? es de lo más ingenioso.
¡Lástima! Pudo haber sido aún más revolucionario que la imprenta. Al final se ha quedado en caja tonta.