martes, 8 de mayo de 2007
Testimonio
***(AVISO: Este relato puede herir la sensibilidad de los propietarios y simpatizantes de grandes cadenas de supermercados)***
Ayer me dije "¡haz una locura Ginger! ¡haz algo descabellado! ¡disfruta del riesgo! ¡aproxímate al límite!". Y no sólo me lo dije, además me convencí.
Por unos minutos (de enajenación mental transitoria) sentí como la fuerza del lado oscuro manejaba las conexiones de mi mente. Me transformé. Toda yo era una transgresora.
Pronto (las maldades no se hacen esperar), mi maquiavélica mente trazó un plan. Uno de esos planes en los que nada puede fallar, únicamente al alcance de las mentes que ocupan los primeros puestos de la lista de los más buscados por la INTERPOL.
No sólo me iba a acercar al límite, esta vez iría aún más lejos.
Yo (sola) diseñé el plan y yo (sola) lo ejecuté. Fui a un chino y compré unos zumos y un par de ChupaChups. Lo sé, pero lo hice. Y además pedí expresamente que fuesen de naranja y no acepté los de fresa y nata que el chino me ofrecía:
-No -le dije- los quiero de naranja. No hagas preguntas.
De repente todas las letras encajaron en la mente del chino "n-a-r-a-n-j-a", su mirada se transformó por el pánico cuando comprendió lo que estaba pasando y su semblante se oscureció. Estaba tenso pero obedeció.
-Tiles tileinta -dijo
-¿Qué?
-Tiles tileinta
-¿¿QUÉ??
-Tles tleinta
-¡Aaaah...!
(¡Pobre! No le salía ni la voz del miedo...)
Ayer me dije "¡haz una locura Ginger! ¡haz algo descabellado! ¡disfruta del riesgo! ¡aproxímate al límite!". Y no sólo me lo dije, además me convencí.
Por unos minutos (de enajenación mental transitoria) sentí como la fuerza del lado oscuro manejaba las conexiones de mi mente. Me transformé. Toda yo era una transgresora.
Pronto (las maldades no se hacen esperar), mi maquiavélica mente trazó un plan. Uno de esos planes en los que nada puede fallar, únicamente al alcance de las mentes que ocupan los primeros puestos de la lista de los más buscados por la INTERPOL.
No sólo me iba a acercar al límite, esta vez iría aún más lejos.
Yo (sola) diseñé el plan y yo (sola) lo ejecuté. Fui a un chino y compré unos zumos y un par de ChupaChups. Lo sé, pero lo hice. Y además pedí expresamente que fuesen de naranja y no acepté los de fresa y nata que el chino me ofrecía:
-No -le dije- los quiero de naranja. No hagas preguntas.
De repente todas las letras encajaron en la mente del chino "n-a-r-a-n-j-a", su mirada se transformó por el pánico cuando comprendió lo que estaba pasando y su semblante se oscureció. Estaba tenso pero obedeció.
-Tiles tileinta -dijo
-¿Qué?
-Tiles tileinta
-¿¿QUÉ??
-Tles tleinta
-¡Aaaah...!
(¡Pobre! No le salía ni la voz del miedo...)
Etiquetas:
Yo y mis circunstancias
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
4 comentarios:
Jejejje,pobres chinos, Ben Clark tiene un poema que me ha venido a la cabeza al leer tu texto,cambia "rosas" por "losas". Me gusta mucho. Muchos pies?Me la llevaría a vendimiar.
Terrorista de la economía nacional, lo sospeché desde la primera vez que te leí, con esa prosa fanática tan característica tuya que nace de tu mano . No me extraña que el pobre se "acongojase", yo me habría echado al suelo y rezar todo lo que supiese...
Al principio pensaba que ibas a robar algo, me equivoqué :x
Buena traducción del habla de los chinos, a los que debemos mucho ^^
Saludos.
Tu acción no quedará impune, te lo prometo.