miércoles, 18 de abril de 2007

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La noticia les hundió.

-No está todo perdido. Nos tenemos los unos a los otros ¿no? -y sus labios mecieron el aire en una dulce sonrisa.
Ciertamente había pasado tanto tiempo desde que se miraron por última vez que ya no recordaban que no estaban solos en aquella habitación. Y les costó tiempo y esfuerzo comprender que nunca lo habían estado, porque nadie había podido entrar ni salir de allí desde que se bloqueara la entrada hacía ya cuatro años.

3 comentarios:

Francisco José Najarro Lanchazo dijo...

Nada queda tras la puerta cerrada,
como nada queda del otro lado
de la luz o del pétalo sin lirio,
nada tras tus huellas, nada debajo. Nada.

FJNL.

Ángel dijo...

... y una vez fuera, deslumbrados por aquella luz cuyo vítreo recuerdo había constituido su único alimento durante los años del secuestro, maldijeron al unísono, por si acaso, la capital de Suecia.

Lena yau dijo...

Buen texto Ginger!
Nos seguimos leyendo!