lunes, 18 de junio de 2007
Lo prometido es deuda
En efecto, soy madridista "y lo dices ahora que ha ganado ¿eh?" En efecto. No creais que soy tonta.
La verdad es que estas últimas jornadas han sido de lo más emocionante. Después del partido del domingo pasado creía que mis nervios podrían soportar cualquier cosa, y ayer me di cuenta de que no. Sencillamente no estaba preparada para tanta tensión. Y reconozco que por un microsegundo lo creí todo perdido. Bueno, todo no. Ahí estaba Victoria para devolverme la fe, porque chicos, mientras hay estilo hay esperanza. Y con Vicky Beckham hay mucha, mucha esperanza. El Real Madrid aún podía ganar el partido y hacerse con el título de liga. Pero la cosa pintaba mal y creo que Victoria hizo bien en invitar a super-Tom y elastie-Katie a la cita (el escuadrón de la esperanza al completo). Un par de primeros planos del cámara y mi ánimo ya se había restaurado íntegramente. Estaba convencida de que íbamos a ganar. Los goles y el resto de pormenores llegaron después, fruto del efecto que la visión de estos tres ídolos de la moda causó en la moral de la afición y de los jugadores. Con la certeza de que nada podía ir mal con Cruise en el estadio el equipo arriesgó y ganó.
Tras este pequeño mini-milagro en forma de copa de la liga y toda una noche de introspectiva reflexión, puede que me convierta a la cienciología si consigo reunir el dinero suficiente para el bautismo. De momento hoy me he puesto unas gafas aún más grandes que las de Katie (aunque no tanto como las de Victoria, porque ella es insuperable) en señal de agradecimiento y he prometido que no seguiré ninguna tendencia de la que Victoria Beckham no sea bandera (renunciando a otro gran hito en estilismo a quien hasta ahora emulaba, Björk).
En fin, qué alegría haber ganado esta apasionantísima liga, porque de haber perdido habría sido agónica. Van Nistelrooy tiene aún un asunto pendiente que saldar la temporada que viene. Guti, desde luego un bálsamo para la moral de afición y equipo. Raúl imprescindible. Sergio Ramos una apuesta segura. Salgado apasionado. Capello resultón como en su primera vez.
El Madrid no sólo ha ganado. Ha jugado y sobretodo ha dado juego.
La verdad es que estas últimas jornadas han sido de lo más emocionante. Después del partido del domingo pasado creía que mis nervios podrían soportar cualquier cosa, y ayer me di cuenta de que no. Sencillamente no estaba preparada para tanta tensión. Y reconozco que por un microsegundo lo creí todo perdido. Bueno, todo no. Ahí estaba Victoria para devolverme la fe, porque chicos, mientras hay estilo hay esperanza. Y con Vicky Beckham hay mucha, mucha esperanza. El Real Madrid aún podía ganar el partido y hacerse con el título de liga. Pero la cosa pintaba mal y creo que Victoria hizo bien en invitar a super-Tom y elastie-Katie a la cita (el escuadrón de la esperanza al completo). Un par de primeros planos del cámara y mi ánimo ya se había restaurado íntegramente. Estaba convencida de que íbamos a ganar. Los goles y el resto de pormenores llegaron después, fruto del efecto que la visión de estos tres ídolos de la moda causó en la moral de la afición y de los jugadores. Con la certeza de que nada podía ir mal con Cruise en el estadio el equipo arriesgó y ganó.
Tras este pequeño mini-milagro en forma de copa de la liga y toda una noche de introspectiva reflexión, puede que me convierta a la cienciología si consigo reunir el dinero suficiente para el bautismo. De momento hoy me he puesto unas gafas aún más grandes que las de Katie (aunque no tanto como las de Victoria, porque ella es insuperable) en señal de agradecimiento y he prometido que no seguiré ninguna tendencia de la que Victoria Beckham no sea bandera (renunciando a otro gran hito en estilismo a quien hasta ahora emulaba, Björk).
En fin, qué alegría haber ganado esta apasionantísima liga, porque de haber perdido habría sido agónica. Van Nistelrooy tiene aún un asunto pendiente que saldar la temporada que viene. Guti, desde luego un bálsamo para la moral de afición y equipo. Raúl imprescindible. Sergio Ramos una apuesta segura. Salgado apasionado. Capello resultón como en su primera vez.
El Madrid no sólo ha ganado. Ha jugado y sobretodo ha dado juego.
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8 comentarios:
no tengo mucho q decir a tu comentario.. lo de ayer fue agónico y creo q después de vernos campeones durante 80 minutos, en 10 minutos se vino todo abajo.. q horrible sensación la de ver como todas tus esperanzas se desvanecen, y de ver como una cosa q hace unos meses parecía inpensable, ayer se hacía realidad.
no te digo q el barcelona mereciera la liga, pq os la hemos regalado por nuestra falta de pasión y motivación, pero tb te digo q vosotros no os la merecíais tampoco.
q hubiese sido lo justo? q se la hubiera llevado el sevilla.. mejor equipo de la temporada, sin duda.
en fin, hoy estoy depre..
un besazo desde tierras alemanas!
"tu ele"
xDDDDDD LO SABIA! Sabía que esta crónica se centraría en ese sector del graderío tras lo de "Pasión y glamour en el Bernabeu"
Los exámenes les sientan especialmente bien a tus entradas.
Deberías hacer más. De los dos.
:^)
Jajaja Ele según tú siempre que el Madrid juega con otro equipo merece ganar el otro equipo.
¡Estoy deseando verte!
Pako, ¿esas premoniciones tuyas suelen funcionar siempre? Porque el viernes tengo un examen bastante chungo y me vendría bastante bien que me ilustrases sobre lo que van a preguntar.
Ángel, bienvenido de nuevo a la blogsfera. Las personas que hacen cumplidos a la autora del blog son especialmente bien recibidas en él. Y como distinción sobre el resto de visitantes de hoy (y por tu elocuente y sincero piropo), te invito a pasar y a sentarte junto al fuego (ni más ni menos que en la butaca de honor en la que reposaron las posaderas del mismísimo Sir Elton John), mientras te preparo un buen plato de cocido madrileño (del que a él tanto le gustaba).
Me das envidia, Ginger, porque vi el final del partido y quise sentir esa pasión, ese subidón, ese derroche de alegría...¡Y tú lo sentiste!
Voy a tener que hacerme futbolera
Mira que me resulta tentadora la butaca con las marcas de los glúteos de Elton, pero con estos calores... ¿Te importaría que me sentara junto al hielo?
Tenía que haber ganado el Barça que por lo menos sabe jugar mejor y más limpio, y además, la celabración sería en Barcelona y me habrían dejado estudiar esa noche...
Nunca me han gustado los radicalismos futbolísticos, políticos, religiosos ni de ningún tipo, así que me limitaré a decir: ¡¡¡Barca ca... saluda al campeón!!!