sábado, 14 de abril de 2007

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Varias personas me han comentado que mi blog es incoherente. Que "Viva la vita" y luego "odio a la gente", pero en realidad es de lo más coherente (y sincera) que puedo ser.

¿Se puede vivir feliz si te importa de verdad la gente? No, claro que no.
Imaginad: compañeros de colegio, del instituto, de la primera residencia, de la residencia actual, compañeros de clase (esto no podréis imaginarlo nunca, es como una conspiración versallesca, pero sin títulos nobiliarios), profesores, amigos de mis amigos, vecinos... demasiada gente irrelevante. ¿Y me tiene que importar lo que piensen todos? Prefiero no fingir que sí me importa, me parece un esfuerzo estúpido y toda mentira es odiosa.

Todo el mundo es prescindible, reconocerlo me llevó tiempo pero fue una experiencia libertadora. Lo recomiendo.

Tampoco es tan grave, no soy un monstruo, sólo hay que saber ser ordenado, no confundir gente que te conoce con gente que te quiere.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

El blog es tuyo y haces lo que quieres.

Estoy totalmente de acuerdo con tu filosofía, aunque más que "odio a la gente" es "indiferencia a la gente", recuerda que en odiar hay que emplear un esfuerzo, aunque sea mínimo, en cambio con la indiferencia no hace falta, ley del mínimo esfuerzo.

Las personas son prescindibles, son accesorios en nuestras vidas y el que diga lo contrario... Miente.

Ángel dijo...

Todo el mundo es prescindible, de acuerdo.

(¿)Incluída "la gente que te quiere"(?)

(¿)Incluída tú(?)

Anónimo dijo...

SI.

Ginger dijo...

Sé que te cuesta creerlo Ángel, pero sí, soy prescindible (¡qué poco romántica visión de la vida!).

Aunque hay algunas personas que no me son del todo indiferentes, he de reconocerlo.

:^)

Ángel dijo...

A mí me importa (mucho) la gente, pero no tengo fe en ella.

Y soy feliz.

Anónimo dijo...

Las personas son prescindibles, accesorios, indiferentes....vaya visión más negativa de la vida! ¿Somos un grano de arena que forma parte del inmenso desieerto q es la vida? No me gustaría pensar eso. Hay gente imprescindible en mi vida y me gusta pensar que lo soy para éstos. En todo caso coincido con Angel en que se puede perder la fé en alguna gente, pero nunca en la colectividad.

Ginger dijo...

Pues yo siempre acabo subordinando mi felicidad a la de la gente que me importa (esa es la causa de que el círculo sea reducido: familiares cercanos, muy muy mejores amigos, algunos profesores... sólo personas muy especiales)

Ernesto Castro dijo...

Veo que tenemos una pequeña ciudana Kane. Por hay se empieza y se acaba teniendo sueños con trineos de nombres raros.

Ernesto Castro dijo...

Ups, "hay" es en verdad ahí.

Ángel dijo...

Bobo, mi osito Bobo...

(Ciudadano Burns)

¿Te referías a eso, Taun?